Ya estamos en el 2024, siete años han transcurrido desde que abrí este blog. Mucho tiempo, muchos cambios y muchas experiencias desde entonces. Cuando en agosto de 2017 decidí crear este espacio, me motivó un cambio que se avecinaba, mi regreso a la sala de clases en la universidad. Salía del ámbito tenso, ajorado, demandante de la administración a uno de otro tipo de retos y demandante también, pero una exigencia diferente, agradable, que me obligaba a continuar mi crecimiento intelectual y conocimiento digital. Definitivamente, nada es estático, ni siquiera la roca, a esta la moldea las inclemencias del tiempo.

Ya era hora de actualizar y relanzar este espacio, que a través de los años ha ido acumulando experiencias, traumas, alegrías y también tristezas. Confieso que intenté actualizarlo en varias ocasiones, pero me vencían la impaciencia y la ignorancia tecnológica. Tuve que buscar ayuda para poder materializar el cambio. De eso se trata la vida, intercambiar conocimientos, aunque sea pagando, porque de algo tenemos que vivir.

Sigo siendo la misma, con un poco más de experiencias, mayor conciencia de mi entorno y agudeza de observación y oído.  Tengo nuevos proyectos, entre ellos un relato para niños, la creación de un negocio en linea y practicar la “abuelitud”. Sí, ¡ya soy abuela! Nació Milán André, en mayo 2023, el nieto más bello del mundo. Ya conocerán sus travesuras a través de mis escritos.

Dios ha sido misericordioso, demasiado bueno conmigo y solo le pido el tiempo suficiente para ver crecer a Milán, seguir apoyando a Gian y poder ayudar a otros en igual condición que yo.

Comenta, critica, sugiere todo lo que quieras al leer mis publicaciones. Así nos mantendremos comunicados y seguiremos compartiendo nuestro viaje de vida.

2 de mayo de 2024

Florida, EEUU