Robo-tización
No había empleados. Los robots eran lo que estaba disponible para atender la clientela. Se cumplía así el cuento de Marco Denevi, Apocalipsis.
No había empleados. Los robots eran lo que estaba disponible para atender la clientela. Se cumplía así el cuento de Marco Denevi, Apocalipsis.
Lo había leído en las redes sociales. Pensar mataba las células cerebrales. Por eso había decidido automatizarse y ser parte de las masas. Eso le daba conformidad y anonimato.
Le había añadido la leche. Ya no era café con leche, sino leche con café. Había perdido su color y olor.
Salieron del lugar con la curiosidad satisfecha. Inquietas, pero felices. La médium les había dado el futuro. Solo había olvidado un pequeño detalle, ocurrido tres meses después. Una de ellas pasó al plano espiritual. La otra continuó su existencia sin jamás volver a pisar una consulta más;
Adiós a los vaqueros; láser en el pecho. Botas por tacas y le llegó la tranquilidad al alma. Ahora era humana. Alteró su existencia con una sola sílaba. Ahora era Carlota.
Hoy me anuncia el médico: “Todavía no, hay que tener otro ciclo de quimioterapias.” ¿Realmente qué significa esto? Para mí, un Pare, no planifiques. ¿Por qué? Porque toda actividad va a girar a un calendario impuesto por mi enfermera y la disponibilidad del centro de infusión. Adem
Creo que por dos días se me ha borrado la sonrisa. Me siento horrible y por más que lo intente, ni me reconozco en el espejo. ¿Cómo es posible que se pueda cambiar tanto en un lapso de meses y que lo provoque un grupo de células cancerosas que aparecieron sin invitación y sin causa […]
Tu corazón llora,sé que no es por mi.Ora, esa alma asecenderá sin ninguna traba, su vida le abrió el paso a la eternidad.
¿El principito? Obra extraordinaria que recoge inocente la perversidad de París.
Hasta los arboles aquí se inclinan al mar, esperando la ola que los ha de tocar.
Autora
¡Por fin! Este espacio se materializa y se revela para expresar opiniones, exponer ideas, compartir experiencias, publicar creaciones y sobre todo ¡liberar mi espíritu!
-Ibis Rodriguez
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