Desde que tengo memoria, en mi casa los domingos era día de sancocho. Una rápida consulta con “tío Google” dará fe de su existencia y variantes en cada país. En casa, mi papá “supervisaba” a mami en su confección y era el que determinaba si había que echarle algo más o si había que ajustarlo en algo. El relajo era que una vez se comía un plato, al comensal le daba la “garrotera” y se tenia que acostar a pasar la “jartera”. Al otro día, era que sabia mejor. Así que con el tiempo se creó la costumbre de llevarse un “to go” para el próximo día, lo que dio pie a la preparación de dos ollas de sancocho cada domingo. Generacionalmente, ya estamos mirando a quien le tocara prepararlo por tradición.
A la receta de mi familia NO se le echa lo siguiente:
Salsa de tomate
Sofrito
aceitunas
Ingredientes para el sancocho: (la cantidad dependerá de cuanto sancocho quiera preparar; recordar que las viandas rinden muchísimo)
Carnes – presas de pollo sin piel, carne de sopa con hueso, masita de cerdo sin grasa, jamón de cocinar en trozos
Viandas – calabaza, yuca, plátano verde en ruedas, guineos verdes en pedazos, yautía lila, ñame, apio, maíz (mazorcas picadas en rodajas), malanga lila, zanahoria en rodajas
Cilantrillo fresco
Salchichón
Guineos verdes rallados, plátano verde rallado
Hervir la carne de sopa hasta que ablande. Anadir el resto de las carnes, incluyendo el salchichón. Una vez estén cocidas las carnes, añadir todas las viandas. Preparar las bolitas de guineo y plátano rallados, agregar sal a esa masa y un poco de color con sazón. Echarlas cuando vea que el sancocho ya ha espesado un poco. Apagar cuando vea que las bolitas están cocidas. Servir con un poco de cilantrillo fresco encima. Acompañar con pan fresco o arroz blanco. Buscar un lugar para dormir un ratito.
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