A mi nieto Milán

Andabas en espíritu
revoloteando por ahí,
buscando en la tierra
a quien le ibas a llenar su existir.


Te topaste en tus andanzas
con este espacio terrenal
y pediste permiso
para visitarlo y convertirlo en hogar.


Completaste nuestro círculo,
traes alegría, amor, felicidad.

Te recibiremos con gran algarabía,
pues llenarás las plazas que tenían dispuestas
mamá, papá, hermano, abuelos, bisabuelos y un sinfín más.


Nos invade las inmensas ansias
de tenerte, conocerte, mimarte y quererte;
parece lento el pasar de los días, pero ¡qué va!


Te has tomado tu tiempo,
para llenar de luz nuestras vidas.
Pronto te diremos:

¡Bienvenido a casa, Milán!

Viejitud

Estoy ebria,
de amor, de locura,
¿Y por qué no?, de sexo.

¿Quién dijo que en la vejez no siento?
Se equivoca, es cuando mas palpito y me estremezco.

¡Qué equivocadas estamos!

Es ahora cuando estamos listas,
para enfrentar desafíos y quebrantos,
pues ya no debemos sentir vergüenza de equivocarnos.


Adentros

Adoro el silencio, 
ese que me permite ver mis adentros.

El que me abre las puertas de mi inconsciente
y me enfrenta a ese yo verdadero.

Esos atesorados y solitarios aterradores momentos 
que me devuelven la capacidad de ver mis adentros.

Sueño durante ellos,
elevo el espíritu y me veo, fuerte, impetuosa, gloriosa. 

¡Que vivan la soledad y el silencio!,
maestros para ese encuentro con lo que soy, fui y seré. 

Yo no quiero ser princesa

Yo no quiero ser princesa, 
tampoco mujer malvada
en un cuento de hadas., 
Solo quiero ser vivencias diarias
que muestren la esencia de mi alma.
Yo no quiero ser una -a al final de una palabra,
de un adjetivo que intenta atrapar mi identidad diaria
tampoco el reflejo de debilidad encarnada.
Aspiro a ser alma, vida, pasión y enseñanza.
Ser habitante de lugares reales, entre caminos,
riachuelos, mar y montañas.
Yo no quiero ser princesa, 
quiero Ser, a quien la existencia clama, sacude y alcanza. 
Complemento de fauna.

Marzo 31, 2022

Libera

 Abrí la puerta a mis demonios, 
 me di cuenta de la necesidad, 
 me sirven para mantener mi sensibilidad latente, 
 viva hasta el final.
  
 Quien no quiere sufrir, que no nazca,
 La vida se trata de padecer,
 sentir que no podemos,
 para salir a encontrar las posibilidades.
  
 Hay que romper la burbuja que nos colocan,
 para darse cuenta de que el ego ya no nos domina más. 

In consciencia

 Escucho esa voz, altisonante, deseosa de ser escuchada.
 Lo que no sabe es que interrumpe, que no es invitada.
  
 No descifro lo que quiere,
 poco importa sobre este vivir,
 los que le rodean, denle confort, 
 a ver si así calma su devenir.
  
 No le perdono su interrupción, no.
 Se cuela, desgarra, corta en pedazos la vivencia.
 No conoce a Silvio, ni a la Flores y menos a mí.
  
 Permitámosle sólo esta noche que su voz quede aquí.
 Ya mañana se apagará y esperará un nuevo candil, tema, motivo o ardid,
 que le apaciguará sus ganas de sobresalir.
   

Anhelo

Cuando volvamos a encontrarnos,

Asegurémonos de que sea real,

de que afloren las verdades sin fronteras.

Que ese abrazo estremezca nuestros corazones,

el saludo haga eco en el cielo sin frontera

y nuestras miradas reflejen lo que el alma sienta.

Nuestra promesa sea no olvidar,

Valorar lo que vale la pena,

consagrar la existencia de la vida misma.

Expresar.

A Camila

Te miro y me veo,
también tuve tu edad.
Época diferente,
mismo caminar.

Yo cedí a ciertas presiones,
Confío en que tú, no.
Busca tu autenticidad,
aunque digan que está mal. Nada de lo extraordinario es normal.

Vive, siente, llora y grita,
son las sensaciones que nos hacen estar vivos.

Al diablo las convenciones,
al diablo las pretensiones,
al final seremos polvo eterno
que moverá el viento.

Sal a la calle,
que te conozcan,
no prives al mundo de tu autenticidad deslumbrante.

Anda, manifiéstate,
déjate sentir y que los demás se aparten,
tu legitimidad es lo únicamente real.

CEL

Celular, eterna compañía,
No te me apartes,
Ni de noche ni de día.

Si te pierdo,
¡Ay, que será de mí!

En mis noches te sueño,
Durante el día, te obedezco.

Si me desamparas,
¡Ay, que será de mí!

Peco, cuando no te prendo.
Lloro, si es que no te tengo.
Me dominas en todos los sentidos,
Mi vida sin ti, ¡que egoísmo!

Nutre mi alma,
colma mis esperanzas,
Sé mi refugio ante cualquier amenaza.
Demanda mi tiempo, ¡anda!