Logo
9 Mar 2020

57 Marzos

Post by Ibis Rodriguez

El lunes será el año número 57 para mí. No digo cumpleaños, pues hay otra fecha más significativa, el día en que volví a nacer con otra perspectiva de vida. Hubo cambio de prioridades, inmediatamente. Lo que era importante, dejó de serlo. Inicié mi carrera de vida, dejando atrás miedos y complejos. Comencé a vivir como realmente quería, a mi ritmo, en mi tiempo y cerrando puertas a lo que no me trae felicidad.

Ya no existe un “deja ver”, “lo voy a pensar”, “mañana”. Cada día es el momento y mi propósito es disfrutarlo. Atesorar lo que realmente vale la pena. Dejar de preocuparme por lo que vendrá. Reclamarle al universo lo que merezco y aceptar que todas las experiencias vividas han tenido un propósito.

Celebrar la vida, valorar la familia, ver mi mayor éxito en la vida de mi amado y único hijo, disfrutar de amigos reales, incondicionales y haber conocido lo que es un amor incondicional, es lo que en esta vida he tenido. Si algún día soñé con otras cosas, que bueno que solo soñé. Lo real, lo anhelado, siempre hizo presencia y llegó en su justo momento.

Muchas veces es necesario hacer un inventario de vida, de oportunidades, de fracasos, para darnos cuenta de las bendiciones recibidas. Sobre los cambios y la muerte no se tiene control. Ante los primeros, debemos fluir. Ante la segunda, presentarnos sin miedo. Es un descanso eterno.

Amor y control, la consigna obligada para la felicidad en la vida.

Damaris, Mara -comienzo con ustedes, porque desde que llegaron han sido familia, a pesar del tiempo, de los embates de la vida, de los caminos surcados, han estado aquí.

Mis hermanos- tres bendiciones irrepetibles, incondicionales e invaluables. Ese lazo no lo rompe nadie.

Gian- mi mejor creación, mi decisión más valiosa. Tan guapo, acaba de entender que el mundo es tuyo y alcanzarás todo lo que te propongas en la vida. Yo escogí con quien tenerte, sabía que no me iba a equivocar. Aquí siempre para ti en todo lo que se presente. Y aún en otra dimensión, velaré por ti. Es una promesa y yo siempre las cumplo.

Mis tías- de ambos lados. ¡Benditas mujeres alcahuetas! Con ellas crecí y me formé. Cada una me regaló vivencias, enseñanzas y valores. En todas mis etapas han estado presentes y las que ya no están, siguen velando por mí; las siento.

Mami – todo, la vida. Nada más hacía falta.

1 comentario

Leave a Comment