Perfume: la historia de un asesino

Durante este pasado año he agotado casi la existencia de series o películas disponibles para ver que caigan dentro de mi gusto personal, muchas de ellas de línea internacional, las que encuentro más interesantes que las hollywoodenses de temas trillados e invariables protagonistas en la misma línea de clasificaciones monótonas y a veces sin sentido.

Anoche encontré la película que da título a estas letras, que no aspiran a ser una crítica, no me acerco ni siquiera mínimamente a esa clasificación, tampoco es lo mío. Pero sí me gusta compartir con mis amistades mis impresiones de lo que veo y cómo lo interpreto. Aunque la mayor parte de las veces me alejo de lo convencional, de lo que le gusta a todo el mundo, de lo común y me acomodo mas a un gusto único, poco convencional. Así me encontré con esta película, que tiene visos de surrealismo, grotesca, poco convencional y que es narrada como si fuera un cuento de los hermanos Grimm, pero que refleja el inalterable comportamiento humano a través del tiempo.

El comienzo de la película presenta la parte más fea de la ciudad, en el siglo 18. Presenta la realidad parisina de la época, pobreza, suciedad, mugre; el retrato humano por la supervivencia. Entre los dueños de puestos ambulantes está la madre del protagonista, mujer que da a luz bajo la mesa de su puesto de venta y allí lo deja tirado, a merced de ratas y demás animales realengos, esperando que puedan encargarse de él. El recién nacido sobrevive y es acogido por los habitantes y entregado al orfanatorio. Estos eventos marcan, como lo expresa la voz de un narrador equisciente, susurrante, la vida de Jean-Baptiste Grenouille.

Es la historia de este individuo, que desde su nacimiento está marcado por la desdicha. Posee un don: un olfato capaz de distinguir todos los olores existentes en el mundo, desde el más desagradable hasta el más sublime. Ese don lo elevará temporeramente y de forma corta a un nivel social más aceptable del que tenía en el orfanato. Crece, y por un atisbo que le presenta el destino, entra en contacto con una realidad que le era desconocida. En esa realidad percibe el olor de una mujer que le envuelve y se convertirá mas adelante en una obsesión (el olor, no la mujer). No entraré en detalles aquí, para que se animen a ver la película, espero que les provoque una montaña rusa de sensaciones como las tuve yo.

Pero el largometraje, va más allá de presentar la historia de Jean- Baptiste, en varios aspectos. El tema de la fatalidad del destino (en la micro historia del padre que huye con su hija para protegerla y en la huida la acerca más a la fatalidad), el comportamiento de las masas movidas por el fanatismo y la crueldad irracional al pedir la muerte del protagonista con los más horrendos torturas que puedan imaginarse, el súbito cambio irracional de parecer movido por solo un olor, la deliberación de si deben implantar un toque de queda hasta capturar al asesino y la discusión de cómo se afectarían los intereses económicos del lugar (esto último me pareció siglo XXI, ¿Por qué sería?) y alguna remembranza del tema del cuento de Ana Maria Matute, Pecado de Omisión, con el protagonista de este filme.

En fin, creo que es una excelente película que puede sembrar temas de dialogo frente a un vino y buena picadera. Está en Prime, espero la disfruten.

Breath

Es una película filmada en el 2017, de la que no había escuchado en la promoción de las películas de cine comercial. Ha recibido la otorgación de 4.5 estrellas en Prime Video, de Amazon, por parte de los espectadores. El resumen que presenta de su trama pasa desapercibido y aparenta livianidad. De hecho, la escogí por la asignación de la cantidad de estrellas, no el resumen de la trama.

¡Es fenomenal!!!! Si fuera posible, duplicaba las estrellas. Este filme presenta la vida de Robin y Diana Cavendish, ingleses, que enfrentaron la adversidad y vencieron lo que todo el mundo decía era imposible.

Comienza con el momento en que se conocen y enamoran. Se casan y salen de viaje por razones del trabajo de Robin. De repente, él enferma y casi muere. En la época en que viven no había mucho adelanto con la enfermedad contraída y al inicio siguen al pie de la letra lo que la medicina le prescribe. Hasta que las voluntades se unen y es ahí cuando empieza esta extraordinaria trama, producto de la vida real de los Cavendish. No voy a dar más detalles, pues perdería el encanto el narrar lo que sucede y además, no es el objetivo aquí.

Es una película con diversos propósitos, a mi juicio. El más elemental, pasar un viernes en la noche tranquilo, con deseos de ver una buena película, que distraiga y ayude a desconectar del trajín de la semana. Pero, advierto, coloca al lado una caja de kleenex, para la lloradera que te provocará casi finalizando la misma.

Otro propósito, pedirle a aquellos que se quejan por todo y de todo, y que se sienten los más desgraciados del mundo, que se sienten a verla y reflexionen si en realidad son los más miserables sobre el planeta tierra. Apuesto a que cambiará su visión de vida y se olvidarán de lo que les aqueja.

También debe verla aquel que siempre tiene presente el “NO se puede”. La trama es una inyección de optimismo y de cómo vencer las adversidades, e ir contra la corriente que arrastra al ser humano a acatar lo que los demás dicen que es correcto y aceptable.

Es una película de amor, que resalta lo que debe ser más significativo en la vida: la familia, los buenos y verdaderos amigos, la búsqueda de lo que da felicidad y llena el corazón. Los demás, es “frosting”.

No menos importante, inspiradora para todos los que tienen a alguien con una condición terminal, para que vivan cada minuto en compañía y se desvivan por hacer la vida de estos más significativa. Al final, todos vamos a morir, y a los que les tocará más tarde, el recuerdo de los gratos momentos compartidos hará la estadía temporera más llevadera.

Espero que la disfruten, tanto como la disfrute yo.

A propósito de la muerte de RF (febrero 2016)

Me enteré de la muerte de Rosario Ferré, por una nota publicada por una colega en su página de Facebook. Inmediatamente busqué información sobre su deceso en el web de un periódico del país, para conocer más detalles. Sólo encontré ese día una nota simple, en donde se expresaba la causa y el lugar de su deceso.
Al día siguiente aparecía la noticia de la muerte de Harper Lee y posteriormente, la de Umberto Eco. Tres, en total, tres fallecimientos de escritores que trascendieron su geografía y se dieron a conocer globalmente por sus aportaciones literarias. No sé por qué, pero para mí siempre este fenómeno al que le llaman muerte ocurre en trilogías entre almas que tienen elementos comunes. Pero ese no es el tema, así que termino y paso a lo que me ocupa en este escrito.

Conocí a Rosario Ferré a través de su obra amplia. Me enamoré desde un principio de la fuerza de su mensaje, detrás de la sutileza de la acción de sus personajes. El país también conoce la controversia que causó una publicación de Rosario en la prensa del país, en donde abogaba por la estadidad como alternativa al estatus político de Puerto Rico. ¡Como dirían en buen puertorriqueño, “le cayeron chinches!”. Sin embargo, como todo, pasó la revuelta y la autora continuó escribiendo y publicando.

Me pregunto, ¿qué hubiera pasado si no hubiese sido hija de quien fue? ¿Cómo la hubiese recibido el mundo literario del país? Nadie selecciona la familia a la que pertenecemos, nacemos y ya, de por vida estamos atados a la “estirpe”. A Rosario le tocó pertenecer a una de las familias prestigiosas del país y llevar su apellido hasta la muerte.

De todas sus obras, a la que mayor interés le puse fue a Maldito Amor, que desde su publicación provocó controversias en cuanto a la categoría de género que debía pertenecer. Esta producción literaria refleja una parte de como tejemos las historias los puertorriqueños. Realmente somos buenos enmarañando historias, madejando sucesos, adornando eventos, magnificando trivialidades.

La muerte de Rosario pasó casi inadvertida, despacito, privadamente, como era ella. Lo que el país no debe nunca olvidar es su gran aportación a las letras puertorriqueñas y como trascendió este pedacito de tierra para enseñarle al mundo cómo somos, y la magnitud que podemos alcanzar con nuestras creaciones literarias. La autora permanecerá para nuestra historia literaria y confío en que, en algún momento, en alguna institución universitaria se ofrecerá un curso de cátedra basado en su producción literaria.